¡El poder de las palabras! Es increíble como ya de adultos recordamos (consciente o inconscientemente) el peso y poder de las palabras que nos decían nuestros padres. Para bien o para mal, las verbalizaciones que escuchan, así como los comportamientos que ven, van formando su autoestima, su idea del amor, de si mismos y del mundo que les rodea. ¿Quieres enviarles mensajes positivos para ayudar a tus hijos? Pues no te pierdas este post.
LA IMPORTANCIA DE LAS PALABRAS
Tenemos que aprender que nuestras palabras no se las lleva el viento y más tratándose de nuestros hijos. Las palabras tienen su poder, su peso, su importancia y por eso es vital que elijamos bien que mensaje queremos enviar a nuestros hijos.
En muchas ocasiones con la mejor de las intenciones, decimos frases para minimizar su dolor, para que no sufran para que sigan adelante. «No pasa nada», «tampoco te tienes que poner así», «hay cosas peores en la vida», son frases que menosprecian sus emociones y sentimientos, les hace sentir que no tienen derecho a sentirse así y se sienten incomprendidos. Necesitan que les demos valor a sus sentimientos, que tienen una función, que no es malo sentir tristeza, pena, enfado o miedo. Lo malo es mirar a otra parte y no aceptarlas como parte de nosotros.
MENSAJES POSITIVOS PARA AYUDAR A TUS HIJOS
Aquí os doy unos ejemplos de frases positivas para que podamos decir a nuestros hijos:
- Confío en ti.
- Lo importante no es la meta, sino lo que se aprende y se consigue por el camino.
- Si necesitas ayuda, sabes que siempre estaré ahí para ti.
- No te compares con nadie porque no hay nadie como tú.
- El único fracaso que hay es rendirse.
- El tiempo es lo más valioso que tienes, no lo malgastes.
- De los errores se aprende más que de mil aciertos.
- Seguro que entre los dos es más fácil.
- Te quiero y te querré siempre, hagas lo que hagas y seas como seas.
- Disfruta de las pequeñas cosas.
- Si no lo intentas, ¡nunca lo sabrás!
- ¡Lo has hecho muy bien!
- Si tienes cualquier problema sabes que puedes contar conmigo.
- Haz lo correcto aunque nadie te esté mirando.
- Siempre estaré a tu lado.
- Lo que has hecho ha sido muy importante para mí.
- Te entiendo, ha debido ser muy duro para ti.
- Perdóname hijo, me he equivocado y te pido perdón.
- ¿Quieres que hablemos de eso que te preocupa?
- Eres lo más importante para mí.
- La felicidad no depende de lo que uno tiene, sino del uso que hace de todo lo que tiene.
- Gracias por tu ayuda.
- ¿Tú que opinas de esto?
- Yo estaré siempre ahí para ayudarte, juntos podremos.
- La vida te pondrá obstáculos pero los límites los pones tú.
- Una fracaso solo te enseña a cómo no hacer las cosas.
- Estoy orgulloso/a de ti.
- ¿Tú qué opinas?
LAS SEMILLAS DE SU FUTURO
Imaginad que vuestras palabras son semillas en las mentes de vuestros hijos, ¿Qué clase de semillas quieres plantar? ¿Qué valores quieres inculcar a tus hijos? ¿Qué te hubiera gustado escuchar de tus padres y no lo tuviste? ¿Cómo te hacían sentir ciertas palabras que todavía recuerdas aunque hayan pasado muchos años?
Las palabras y cómo nos hicieron sentir nuestros padres, el vínculo más importante que tendremos a lo largo de nuestra vida, nos acompañará de adultos. Y se convertirán o en creencias limitantes o en trampolines para nuestra vida de mayores.
En la infancia se forman aspectos fundamentales para nuestra felicidad: como la autoestima (nos vemos a través de los ojos de nuestros padres), nuestro apego, cómo gestionamos nuestras emociones y conceptos como la vulnerabilidad, los errores y los valores. Por eso es tan importante que elijamos bien las frases que decimos a nuestros hijos, ya que lo tomarán como una verdad universal.
Todo lo que digamos a nuestros hijos, pensarán que es cierto. Sea bueno o malo.
Con estas frases conseguiremos darles su importancia para nosotros, que sus emociones son válidas, que los amamos incondicionalmente, que los adultos también se equivocan, fomentamos el esfuerzo más que los resultados y que sus opiniones son tenidas en cuenta.
Ya depende de ti, las semillas que decidas plantar en ellos. ¿Con qué frases te quedas? Aprende también a conectar con ellos cuando salen del colegio.
Marta Castelos
Psicóloga y mamá